Coeur de cuisine

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Coeur de cuisine - Corazón de cocina

domingo, 31 de julio de 2011

Galletas de avena y avellanas


Cuando quieres hacer una cosa y de repente a mitad de camino piensas que es mejor no seguir y empiezas a mezclar ingredientes y sale esta maravilla… Te quedas con la boca abierta.



Así pasó con estas galletas.

Estaba haciendo Buttercream para cupcakes y de repente se me empezaron a ocurrir otras cosas… Así que dejé a un lado la idea del Buttercream y añadí ingredientes un poco a ojo, y siendo la primera vez que hago unas galletas a ojo… Puedo deciros que el resultado es realmente gratificante y el sabor totalmente diferente a cualquier galleta que podáis encontrar.


Ingredientes:
-60 gr de mantequilla en pomada
-4 puñados de copos de avena (aproximadamente)
-40 gr de azúcar moreno
-una cucharadita de esencia de vainilla
-un puñado de avellanas
-25 gr de azúcar glas
-1 huevo
-70 gr de harina
-1 cucharada de agua
-una pizca de sal
-media cucharadita de bicarbonato

Aunque si debo decir, que me inspiré en una receta de galletas de avena, del libro que me regalaron para Navidad, únicamente añadí el agua, el bicarbonato.

Precalentamos el horno a 180º.

Como la receta empezó haciendo Buttercream, el comienzo será hacerlo: mezclar con una lengua de repostería la mantequilla con el ázucar glas y la vainilla y después agregar el azúcar moreno, volviendo a remover.


A continuación añadimos el huevo y el agua y volvemos a mezclar.

En otro cuenco añadimos la avena, la sal, la harina y el bicarbonato y mezclamos con las manos. Agregamos esta mezcla a la pasta anterior.
Por último, añadimos las avellanas en trocitos, como hace Jamie, las aplasté contra la mesa con un cuenco. No deben quedar perfectas.



En una bandeja de horno con papel para éste o una lámina de silicona, vamos poniendo pequeñas bolas de masa, bien separadas; yo las hice con una cuchara de postre. Da igual que no estén perfectas, luego, en el horno se “aplastarán”. Salen como unas dos bandejas y pico de galletas; pero como están tan buenas, desaparecen en dos días.



Horneamos durante 10 o 15 minutos. La gracia es que ninguna tiene la misma forma. Después las dejamos enfriar en una rejilla.



Están deliciosas solas, acompañadas de un té o de un vaso de leche.


jueves, 28 de julio de 2011

Arroz con leche de coco

Y otra vez hice Pollo Tikka Masala… Sí… Otra vez… Es que nos gusta tanto que siempre que puedo lo hago.

Y otra vez me volvió a pasar lo mismo… Usé una lata de leche de coco de 400 ml, así que ésta vez, sin buscar en ninguna receta me vino a la mente el poder hacer un arroz con leche, de los de toda la vida, pero con leche de coco.


Y la verdad que fue una idea genial. Modifiqué un poco la receta del arroz con leche que se ha hecho en casa siempre e hice mi propia versión del típico arroz con leche.


Es muy sencillita y muy rápida (muy apta para momentos de poco tiempo), no es tan elaborada como la de toda la vida, no hay que infusionar la cáscara de limón en la leche, ni he usado canela en rama; no tardé más de los 10 o 15 minutos que tarda en cocerse el arroz… Así que si queréis probarla, ¡manos a la obra!
(o más bien, ¡manos en la cocina!)

Tan sólo necesitáis 5 ingredientes:
-200 ml de leche de coco
-200 ml de leche semidesnatada
-50 gr de arroz normal
-50 gr de azúcar moreno (también se puede usar blanquilla)
-media cucharadita de canela en polvo y una pizca más para adornar

En una cazuela vertemos la leche de coco y la semidesnatada, el azúcar y la canela en polvo. Ponemos a fuego máximo para que coja temperatura. Y removemos un poco para ayudar al azúcar a que se deshaga.

Una vez que rompa a hervir, añadimos el arroz y volvemos a remover.

Tras un par de minutos bajamos a fuego medio, y tras otros 3 minutos, bajamos casi al mínimo. A partir de aquí ya empiezan los 10 minutos de cocción del arroz.


Lo vigilamos, removiendo, cada 2 o 3 minutos para que no se pegue.

Pasados los 10 minutos, comprobamos si el arroz está listo o no, y también si hay que rectificar con más azúcar o no.

Lo que si que tengo que avisar es que a nosotros nos gusta un poco espeso, que no floten los granos de arroz, así que si lo veís demasiado espeso, añadir más leche.



Si el arroz está casi listo, podemos apagar el fuego y tapar la cazuela con un paño, dejándolo reposar de 3 a 5 minutos más.

En el momento de servir espolvoreamos un poco de canela por encima para que quede bien bonito.



¡¡Espero que este cambio del tradicional arroz con leche os guste!!

miércoles, 27 de julio de 2011

Ensalada con naranja sanguina

Hace un par de meses, ya que me gusta tanto la mezcla dulce-salado, me dijeron una ensalada con naranja. Una cosa sencilla pero muy buena.
A los o tres días, descubrí las naranjas sanguinas. Posiblemente las habría visto en algún momento de mi (corta) vida, pero no las recordaba.



Se llaman sanguinas porque al tener el color rojo, asemejan a la sangre. Ese color se suele encontrar tanto dentro, en la pulpa, como en su piel en el exterior. Apenas tienen valor energético pero tienen mucha vitamina C, minerales y ácido fólico, además de betacaroteno entre otros más.



Me acordé de la receta que me habían dicho y como no, no tardé nada en empezar a hacerla. Aunque añadí varios ingredientes.

No paro de escuchar esta canción… Quizás no os guste a muchos ya que es una música muy comercial... ¡Pero no puedo dejar de escucharla!
Creo que en veinte minutos que llevo escribiendo la receta la habré escuchado 4 o 5 veces seguidas…

Bueno, volviendo a nuestra ensaladica, creo que es muy apta para este tiempo de verano, es fresca y diferente.

Ingredientes:
-una naranja sanguina
-lechuga o ensalada variada con zanahoria (o canónigos, diente de león, rúcula, etc)
-un par de trozos de rulo de queso de cabra
-un poco de cebolla morada
-aceite
-vinagre de módena
-sal

Para empezar, lavaremos y pelaremos en vivo la naranja.
Pelar en vivo una fruta, es simplemente ponerla recta, y de arriba a abajo, ir quitándole la piel de forma que el cuchillo no llegue a cortar la naranja, sino que quite, cuanto más posible, la piel blanca que es lo que amarga cuando sólo usamos la ralladura. Como véis yo dejé bastante, pero no importa, porque es bueno para eso que llaman el tránsito intestinal... Ya sabéis...



Luego la hacemos rodajas y después en cuadraditos. Aunque también se puede pelar mucho más, y luego hacer gajos.



En un cuenco dejamos durante al menos 15 minutos que macere la naranja con aceite y sal.

En un plato ponemos la lechuga o ensalada variada que nos guste, el queso de cabra (u otro si éste no os gusta) y la cebolla en rodajas.

A continuación, tras los 15 minutos, añadimos la naranja y todo su jugo, y echamos unas gotitas de vinagre balsámico.

Después la acompañé con un poco de pan de semillas y cereales.


martes, 26 de julio de 2011

Y de postre: papaya!

Siempre que veo una papaya me recuerda a cuando era pequeña y vimos una película vietnamita: “El olor de la papaya verde”.
La niña protagonista, que era una de las criadas de la casa, abría una papaya y se imaginaba que las semillas que tiene dentro, eran perlas.
No era una papaya como las sudamericanas que llegan a nuestros mercados; era grande, apepinada y su carne y sus semillas blancas y nacaradas.



Es una película triste pero visualmente muy bella que nos ha gustado siempre. Tiene algunos años (1993), pero ganó varios premios. Además, entre otras cosas, la niña aprende a cocinar, así que nos va como anillo al dedo para todos nosotros de este pequeño gran mundo de la cocina.

Propiedades de la papaya:
  • La papaya contiene papaína, es una enzima que ayuda a disgregar las proteínas
  • Combate el estreñimiento
  • Ayuda al bronceado
  • Es baja en calorías y rica en nutrientes
  • Tiene alto contenido en vitamina C y A (caroteno, de ahí su color naranja)
  • Cicatriza las úlceras de estómago
  • Refuerza la inmunidad
  • Propiedades analgésicas
  • Es muy útil en caso de gastroenteritis, colitis y colon irritable

En casa solemos comer la papaya de dos formas, aunque no verde, como el título de la película.
Os invito aprobarlas ya mismo. Son muy sencillitas y apenas os quitarán 5 minutillos.

Lo primero es elegir una papaya de nuestro gusto. A nosotros nos gustan maduras, o “un poco tocadicas” como diríamos por estas tierras mañas.
Se pelan y se cortan mucho mejor, pero cada uno elige la fruta en su punto de maduración.

Una de las recetas sigue a la otra.

La primera es, en un cuenco, pelar y cortar la papaya en trocitos y verter el zumo de dos o tres naranjas (dependiendo de cuanto os salga con dos naranjas, no hace falta echar una tercera) y zumo de medio limón. No tiene que cubrirlas, solo que tengan un poco de jugo.
No solemos añadirle azúcar a no ser que la papaya esté un poco sosa, así que probarlo antes de nada.
Dejamos macerar una hora al menos.


La segunda recetas es igual que la anterior, pero con una bolita de helado de vainilla.


En un cuenco se pone el helado, alrededor la papaya y se vierten dos cucharaditas del zumo de naranja.























Si tenéis invitados y queréis hacerles este postre, podéis dejar el zumo y la papaya ya preparados antes, así maceran con antelación y estará más jugosa.


domingo, 24 de julio de 2011

Cómo mejorar un yogur

Hoy os dejo un par de ideas para mejorar un simple y aburrido yogur.

¿Cuántas veces habremos comprado yogures con mermelada, con toppings de chocolate o de cereales?
Miles y miles de veces.
Todos sabemos lo atractivos que son en la estantería del supermercado…

Pues en vez de comprar algo ya hecho, os propongo dos soluciones muy rápidas y con ingredientes básicos.

Los ingredientes de ambos pueden sustituirse por otros que tengamos en casa o que nos apetezcan más en ese momento. Yo sólo os dejo la idea, luego cada uno puede modificarlo.



El primero consiste en:
-un yogur (griego o natural)
-una cucharada de azúcar (al gusto)
-3 galletas digestive
-4 fresas lavadas y cortadas

En una bolsa hermética de congelado o en un paño, metemos las 3 galletas y las golpeamos contra la mesa o con un rodillo.



En un cuenco individual, ponemos un poco de polvo de galletas, vertemos el yogur, ponemos las rodajas de fresa y encima, el azúcar y en el centro, más polvo de galletas.



Queda buenísimo y puede complementarnos una comida rápida o podemos tomarlo en el desayuno.


El segundo consiste en:
-un yogur (griego o natural)
-una cucharada de mermelada de higos (o cualquier otra)
-una barrita de müesli con plátano y chocolate (o 3 cucharadas de avena o de cereales de müesli)



En este caso, la barrita de müesli la hice yo en casa, pero no os dejo la receta porque me quedo un poco blanda, así que tengo que mejorarla. Podéis ponerle una de las que venden en cualquier supermercado, la partís en dos o en trocitos y listo.

En un cuenco individual, ponemos el yogur, la barrita de muesli y la mermelada.


No creo que necesitéis azúcar ya que la mermelada es suficientemente dulce, pero eso al gusto de cada uno.


¡Espero que estas dos ideas os gusten!

jueves, 21 de julio de 2011

Magdalenas de chocolate con naranja

En casa, siempre, por una u otra hay algo de chocolate con naranja; o bombones, o naranja confitada recubierta de chocolate, o tabletas de chocolate con trocitos de naranja… Algo, siempre hay algo.



Hoy me dispuesto a hacer magdalenas, ya que tengo un montón de papelitos (por fín!!!) de colores y tras buscar por mis libros, he encontrado éstas. Y pensé que sería una genial idea cambiar y meter estos dos ingredientes en una sabrosa y esponjosa magdalena.


Digo lo de por fin los papelitos porque estuve buscando en media Zaragoza y no tenían. Al final una de mis alumnas, me regaló unos (María, pronto te haré los que me pediste, especiales para ti :p); esa misma tarde, yo encontré otros; y ya le había encargado a una amiga de mis padres que me comprase otros también, y me los trajo hace un par de semanas.
Así que al final me he juntado con un montón y estoy encantada con ellos, aunque da pena comérselas y tener que tirarlos, pero bueno.



En cuanto ha entrado mi madre en casa (ya ha dicho que olía a algo riquísimo…) le he hecho cerrar los ojos y le he dado un trocito, para que no viera las tiras de naranja y los trozos de chocolate por encima. Le ha costado nada más que 4 segundos averiguar de qué eran!!



Os dejo esta super receta, ya que, como siempre, no es exactamente igual a la que sale en mi libro; es original, completamente diferente, sorprendente y elegante; eso es, elegante, ésa es la palabra para describir éstas magdalenas… El chocolate con naranja siempre me ha parecido una combinación elegante de sabores, de pequeña no me gustaba, pero siempre he visto a mi madre comerlo, al final, como tantas otras cosas, las cosas “de los mayores” terminan gustándonos conforme crecemos…



Ingredientes (para 9 o 10):
-110 gr de harina
-un sobre de gaseosa (o según el libro, 3 cucharaditas de levadura en polvo)
-30 gr de azúcar moreno
-una pizca de sal
-la ralladura, 3 tiras de la piel cortadas con el cuchillo (para decorar) y el zumo, de una naranja
-35 ml de aceite de girasol
-media cucharadita de esencia de vainilla
-30 ml de leche
-medio huevo batido
-6 onzas de chocolate en trocitos (y más para decorar)

Precalentamos el horno a 210º.

En un bol añadimos la levadura, el azúcar, la harina y la sal. Mezclamos.

En otro bol más pequeño, añadimos el zumo de naranja, su ralladura, la esencia de vainilla, la leche, el huevo y el aceite.

Vertemos el primer bol (harina) en el segundo (zumo) y removemos bien. Después añadimos el chocolate troceado y volvemos a remover.


Rellenamos los papelitos ¾ de su capacidad y para decorar, a mí se me ocurrió añadir 2 trocitos de chocolate y unas tiras de piel de naranja.

Las tiras de piel de naranja se hacen con un cuchillo. Tal y como si fuéramos a rallar su piel con un cuchillo sacamos unas tiras muy finitas-hay que intentar no llegar a coger la parte blanca, que es lo que amarga- y después las ponemos una encima de otra y cortamos en tiras más finitas, desechando los laterales porque no están bien cortados.



Al echar el contenido en los primeros papelitos, me ha parecido que se abrían un poco por el peso y entonces los he metido dentro de estos otros de aluminio para que quedasen más bonitos después (ver foto). 




Si no tenéis, podéis meterlos dentro de los blancos de toda la vida (ver foto dentro del horno).


Horneamos durante unos 15 minutos (podéis comprobar con el palito).



Una vez horneadas las sacamos a una rejilla y dejamos que se enfríen.




Espero que os guste esta elegante receta. 



  

Smoothie saludable

Este smoothie es el otro que me faltaba por colgar de los que hice hace unos meses, cuando aún había fresas, ahora ya no hay, pero se pueden sustituir por cerezas (para darle el toque de color rosado).


Se me ocurrió hacer esta “bebida energética” una tarde entre libros estudiando para junio…




Como de costumbre, rebusqué por la cocina qué ingredientes tenía y éstos me parecieron los adecuados para este smoothie tan saludable:
-un poquito de hielo picado
-una manzana lavada, pelada y cortada
-un plátano pequeño
-3 cucharadas de müesli con pasas
-4 fresas lavadas y cortadas (sin el rabito)
-medio yogur
-azúcar al gusto

Tan fácil y rápido como meter todos los ingredientes, excepto el hielo picado y el azúcar -que cada uno se servirá a su gusto-, en un vaso de batidora.



Batimos bien, añadimos el hielo picado y el azúcar, removemos y servimos en un vaso alto decorado con frutos rojos.

martes, 19 de julio de 2011

Tortitas de coco

Uno de los últimos días que hice Pollo Tikka Masala (ayer mismo, por la noche, volví a hacer!) usé una lata de otra marca de leche de coco pero de 400 ml, y claro, como sólo se usan para el pollo 200 ml, estuve pensando qué hacer.



Tras un rato pensando y mirando algún qué otro libro de cocina hindú, entré en Internet. Y apareció ésta gran receta de Gastronomía y Cía.




Os dejo la suya, y os dejo la mía también, ya que la modifiqué un poco.
En vez de usar miel usé azúcar moreno y también usé menos coco.



Ingredientes:
-200 ml de leche de coco
- 4cucharadas de leche semidesnatada
-50 gr de azúcar moreno
-2 huevos
-75 gr de coco rallado
-30 gr de harina
-una cucharadita de levadura
-un pizca de sal
-mantequilla para untar la sartén

Yo elegí comerlas solas y con chocolate, pero como nos dicen en Gastronomía y Cía, se puede acompañar de cualquier otra salsa que nos guste con el coco.


Para la salsa de chocolate:
-dos cucharadas de leche
-media cucharadita de mantequilla
-8 onzas de chocolate fondant
-una cucharada rasa de azúcar (al gusto)

En un bol grande, tamizamos la harina y la levadura, añadimos el coco rallado y el azúcar moreno, la sal y removemos.
A continuación añadimos los huevos y la leche de coco, removemos y lo pasamos con una batidora.


Ponemos la sartén en el fuego hasta que coja temperatura y justo antes de echar la primera tortita, lo bajamos a un poco más de la mitad.

Como si de unas crêpes se tratara, untamos con un papel de cocina un poquito de mantequilla y lo pasamos por la sartén.
Vertemos medio cazo en la sartén, intentando que quede con una forma bonita (la primera no sale bien casi nunca, pero nos la podemos comer a escondidas…).
Las vigilamos por debajo de vez en cuando hasta que obtengan el color dorado que deseemos, no tardan demasiado en hacerse; en cuanto salen burbujitas de aire ya se le puede dar la vuelta pero se nos pueden romper muy fácilmente.


Como he dicho más arriba, decidí acompañarlas de chocolate.
Mezclé la leche y la mantequilla en un cazo pequeño a fuego fuerte, hasta que la leche hirvió y lo retiré del fuego; después añadí el chocolate y el azúcar y estuve removiendo hasta conseguir una salsa ligera.
Hice tres pisos sucesivos de tortita y chocolate.



Quedan espectaculares.




No son nada dulces, así que son válidas para almuerzo, merienda o incluso cena ligera y desayuno.



¡Espero que os gusten y buen provecho!