Coeur de cuisine

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Coeur de cuisine - Corazón de cocina

jueves, 31 de mayo de 2012

Cookies de colores


Y es que en verano parece que siempre se ven las cosas de otro color…


Te levantas de día, cosa que en invierno odio porque te levantas de noche, anochece mucho más tarde y parece que has vuelto a cuando eras pequeña y había cenar pronto y todavía era de día...


En exámenes se hace eterno el día porque parece que no va a llegar la hora de dejar de estudiar, entre que se pasa el tiempo volando y que la tarde se hace larga... 


Cuando te quieres dar cuenta son las 21.00 o las 21.30 y aún estás ahí… No te has hecho la cena y todavía no has podido ni descansar...


Aquí os dejo las cookies de colores que me gusta hacer en verano.


¿No me digáis que las cosas coloridas en verano no son más bonitas?


Mi padre dice que estas galletas parecen marcianas, le daba cosa comérselas, así que me las zampé casi todas jaja...

La receta la podéis encontrar aquí.


Las únicas variaciones son el colorante y que además de las almendras molidas, eché dos cucharadas de almendras picadas.


Sólo hay que poner en 4 platos con una parte de masa en cada uno y mezclar junto con el colorante; añadir hasta encontrar el color deseado. 


Luego sólo queda hornear.


domingo, 13 de mayo de 2012

Flor de manzana, pasas y canela




“Anna amaba las Bellas de Boskoop; Bertha, las Cox Orange. En otoño, los cabellos de las dos hermanas, al igual que sus vestidos y sus manos, exhalaban un perfume de manzanas. Ellas hacían puré de manzana, y zumo de manzana y mermelada de manzana a la canela y tenían casi siempre manzanas en los bolsillos del delantal y una manzana mordida en la mano. Bertha daba primero rápidos mordiscos describiendo un amplio círculo en torno al ombligo de la manzana, luego mordisqueaba cautelosamente la parte inferior del fruto y después arriba, rodeando el pedúnculo. En cuanto al corazón, lo arrojaba hacia atrás por encima de su hombro. Anna saboreaba cada bocado despacio, de abajo arriba, comiéndoselo todo. No dejaba de mordisquear las pepitas durante horas. Cuando Bertha la sermoneaba diciéndole que las pepitas eran venenosas, Anna replicaba que sabían a mazapán. Lo único que escupía era el rabillo. Eso me lo contó un día Bertha al ver que yo comía las manzanas exactamente como ella. A fin de cuentas, era así como la mayoría de la gente comía las manzanas.”

El sabor de las pepitas de manzana, Katharina Hagena.

Y vosotros, ¿Cómo os coméis las manzanas? 





Irresistiblemente no pude evitar hacer esta receta, con tanta manzana, me entró hambre y salió esto de mi imaginación.




Aquí va otra receta muy muy rápida…




Ingredientes:
-          una base de masa quebrada
-          una manzana pequeña, preferiblemente Golden
-          un puñado de pasas
-          dos cucharadas de azúcar moreno
-          canela
-          un huevo batido


Primero precalentamos a 180º el horno.

Segundo, extendemos la masa quebrada, encima de la bandeja del horno que vayamos a usar, y espolvoreamos la canela y el azúcar moreno, excepto por un trozo de los laterales (para que sea más fácil enrollarla luego) -ver foto-.


A continuación pelamos y cortamos en trocitos pequeños la manzana, la echamos junto con las pasas por encima.



A continuación enrollamos la masa, calculamos con el cuchillo para 7 trozos haciendo unas marcas, y cortamos en 7.


Ponemos uno en el medio que haya salido un poco más grande, y vamos apretando con cuidado los otros de forma que hagamos una flor.


Por último pintamos con el huevo batido y horneamos hasta que esté dorado.




Con la ayuda de una espátula de madera la retiramos del papel y la ponemos en un plato para servir.


Sólo tenéis que acompañarlo de un té o una infusión, y si queréis, por seguir con la historia, puede ser de manzana...



martes, 1 de mayo de 2012

Torrijas a mi manera



Siento la tardanza y siento que la Semana Santa, para hacer torrijas, ya se haya pasado, y es que no he tenido mucho tiempo; pero nunca es tarde y siempre queda algún cachito de pan que se puede aprovechar en toda época del año.


Estas torrijas, aunque sencillas y tradicionales, llevan un toque especial, que apenas se nota, pero que hacen que salgan deliciosas.

En Semana Santa las hice tres días porque estaban deliciosas…

Así que para todos los que os animéis aprobarlas con ese pan olvidado de antes de ayer, os dejo esta maravillosa receta.



Ingredientes:
-una y media de pan de antes de ayer
-medio litro de leche
-una rama de canela
-piel de un limón (quitando por completo la parte blanca porque amarga)
-dos cucharadas de azúcar
-una cucharadita de postre de agua de azahar
-una cucharadita de canela en polvo
-5 huevos
-aceite de oliva suave

Para espolvorear:
-4 cucharadas de azúcar extrafino
-1 cucharadita de postre de canela en polvo


En una cazuela vertemos la leche junto con el azúcar, la rama de canela, la piel del limón y removemos. Dejamos calentar pero sin que llegue a hervir la leche, habrá que remover y vigilar a menudo.


Mientras vamos cortando rebanadas de al menos 1cm de ancho. A mí me gusta cortarlas al bies, quedan mucho más bonitas y más grandes.


Retiramos la leche después de unos 10 o 15 minutos y dejamos enfriar durante al menos 5 minutos. En cuanto enfríe, añadimos el agua de azahar.

Ponemos a calentar a una sartén grande aceite suficiente para freír.

A continuación, colocamos una rejilla con una bandeja debajo y con la ayuda de una espumadera sumergimos, una a una, las rebanadas de pan dándoles una o dos vueltas y sacándolas sobre la rejilla para que escurran el sobrante.


En un cuenco o en un bol, ponemos los huevos y batimos enérgicamente.


Tras haber escurrido todo el sobrante, se pasan por huevo y se fríen.

Una vez fritas por ambos lados, las ponemos en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.



Después las ponemos en una bandeja y espolvoreamos con canela y azúcar al gusto.