Coeur de cuisine

Coeur de cuisine
Coeur de cuisine - Corazón de cocina

martes, 31 de mayo de 2011

Tres postres extra rápidos de fruta con chocolate

Aunque esto no forma parte de la gran comida de pasta, por falta de tiempo no puedo todavía seguir enseñándoosla. Sin embargo, ayer me dejaron un comentario, respecto a la fresa recubierta de chocolate, diciendo que le gustaba la fruta con chocolate, así que siendo casi veranito y la fruta apetece, con un poco de chocolate, os hacéis un postre fantástico; por lo que se me ha ocurrido colgar los tres a la vez.


A mi madre siempre le ha gustado la naranja con chocolate y siempre hemos tenido en casa algo para ella, naranjas confitadas con chocolate, chocolate con trozitos de naranja, gajos de naranja recubiertos de chocolate, y un etc de cosas más.



Alguna vez ha llegado a casa y tachán!! Postre sorpresa y listo para comer!! Diría que lo hago únicamente para ella… Pero la verdad que es irresistible y no puedo evitar robarle un par de rodajitas!!


Esto si que no tiene ningún misterio, solo necesitamos pelar una naranja a lo vivo, y en un vasito ponemos, media cucharadita de café de mantequilla, una cucharada de leche y 3 onzas de chocolate (cuadraditos les llamaba yo de pequeña!!). Esta vez, derretiremos el chocolate al microondas para hacerlo más rápido, poniéndolo tan solo unos segundos, con cuidado de no quemarlo.


Partimos la naranja en rodajas no demasiado gordas y las extendemos en un plato.

Una vez completamente derretido el chocolate, lo vertemos por encima al gusto.
También podéis usar más chocolate si sois muy golosos!

Otra buena idea es el plátano con chocolate.
Este es más para mí, que me gusta demasiado el dulce… Y además, por si no fuera poco, me gustan bien maduros.


Mi padre me dice que a veces me paso, y siempre insiste en que me los coma antes de tiempo. Tampoco es que llegue al extremo de que estén blandurrios!!



De toda la vida una de mis abuelas me daba siempre de postre plátano con azúcar por encima, y de aquí la adaptación con el chocolate.


Sólo tenemos que elegir un plátano maduro, si nos gusta, cortarlo en rodajas pequeñas y poner un poco de nutella por encima y esparcir unas almendras laminadas por encima.


Por supuesto, podéis sustituir las almendras por nueces y la nutella por chocolate de fundir, como el de la naranja, pero la verdad que el plátano y la nutella saben especiales.

lunes, 30 de mayo de 2011

Fresas recubiertas de chocolate

El postre de la gran comida de pasta fueron estas preciosas fresas recubiertas de chocolate negro.


Es tan sencillo y rápido que se puede hacer prácticamente en cualquier momento.
Como visteis en entradas anteriores, he hecho varias cosas con fresas, lo que no dije, pero casi todos sabemos, es que era la época de fresas.
Así que aprovechandola, qué mejor que algo tan fácil y rico como este postre.


Aunque la verdad que nos costó comernoslas un rato porque estábamos llenos de pasta...


Ingredientes:
-3 cucharadas de nata líquida para montar
-1/3 de una tableta de chocolate
-azúcar al gusto
-8 fresas

Y necesitaremos también, unos pinchitos, de los que se usan para hacer pinchos morunos, para poder untarlas con más facilidad y rapidez.

Lavamos, secamos y quitamos las hojitas verdes de las fresas.

Ponemos en una cacito la nata líquida y esperamos unos minutos a que hierva; una vez que esto ocurra, retiramos del fuego y añadimos el chocolate y el azúcar (si queremos; depende del tipo de chocolate que uséis el porcentaje de cacao será más alto y por lo tanto, más amargo).
Removemos hasta que el chocolate  esté completamente deshecho.


Pinchamos cada una de las fresas en cada pinchito, de forma que sobre salga un centímetro por delante para poder dejarlas luego a "secar".


Después, vamos sumergiéndolas una a una en el chocolate.
Las sumergimos hasta donde queramos.

En un bol grande colocamos un pincho del tamaño del diámetro del bol (ver foto) y vamos colocando una a una, y separadas, las fresas para que el chocolate se endurezca.



Reservamos en el frigorífico toda la noche.

A la hora de presentar estiramos un poco hacia arriba presionando la fresa, para que el final del pincho no se vea.



miércoles, 11 de mayo de 2011

Tiramisú

Y siguiendo con la esencia italiana, intercalado con la pasta fresca, os dejo mi receta de Tiramisú.



Es un plato típico italiano, a base de bizcochos, café, licor de avellanas y por supuesto, su crema de queso Mascarpone. Este queso es muy cremoso y muy usado en postres ya que es algo dulce y altamente calórico. Se trata de una sucesión de capas de bizcochos, crema y cacao en polvo.


Hay múltiples variaciones de este postre, y la verdad, que he visto varias recetas, por televisión y en libros, y me sigue gustando más la que he hecho siempre, que es ésta.



Es mi primer postre por excelencia que hago en casa desde que soy muy pequeña. Igual que he hecho yo durante más de diez años, los niños pequeños, pueden ayudaros, e incluso dependiendo de la edad que tengan, pueden hacerlo casi solos, seguro que están tan encantados de hacerlo como cuando lo hacía yo.

El Tiramisú es mi postre favorito ante todo, junto con un buen helado o un pastel ruso. Son tres cosas a las que no puedo decir que no; mucho tengo que haber comido para decir que no a una de esas tres cosas.



Siempre, hasta hoy, hemos hecho el Tiramisú con bizcochos comprados, sale igualmente bueno. Sin embargo, hoy, para variar y no hacer una receta convencional, y ya que le tengo tanto aprecio al bizcocho del Brazo de gitano, he decidido hacerlo con bizcocho hecho en casa.


Este bizcocho es la base de los brazos de gitano que ya os he enseñado en otras recetas anteriores; lo que no he dicho en ellas, es que es el bizcocho de mi abuela, es el que ha hecho toda la vida, y yo lo he heredado, por supuesto.
No os dejo la receta para hacerlo, pero si el enlace donde podéis encontrar los ingredientes y las explicaciones pertinentes para ello, ya que lo hemos hecho varias veces.

Aunque si que os voy a explicar qué hacer para obtener bizcochos como tal.



En cuanto tenemos la plancha del bizcocho fuera del horno y sin el papel (dado la vuelta sobre un paño, tal y como en el brazo de gitano) volvemos a darle la vuelta sobre el paño y con un buen cuchillo (yo usé uno de sierra fino) lo corté como en la foto.

Se suele recomendar que los bizcochos sean de Savoiardi, que son los duros y más pequeños, pero siempre me ha gustado más usar los blandos, aunque hay que tener mucho más cuidado.



A continuación os dejo los ingredientes y aunque el bizcocho que he usado sea hecho en casa, les llamaré “bizcochos” ya que habitualmente lo he hecho con los comprados. En cuanto a la cantidad no puedo deciros el número exacto de ellos, ya que depende del tamaño del bizcocho, del molde, bandeja o copa que uséis, la cantidad será muy diferente.
Habitualmente con bizcochos comprados, suelo usar bolsa y media.
En este caso, ya que los bizcochos eran caseros y más grandes, hice dos planchas y usé alrededor de una plancha y un cuarto.

Ingredientes:
-500 gr de queso Mascarpone
-bizcochos
-2 yemas de huevo
-4 cucharadas de azúcar
-medio vasito de vino de licor de avellanas (se puede aumentar o reducir la cantidad al gusto)
-cacao en polvo
-dos cucharadas generosas de nata montada de pastelería
-una clara a punto de nieve
-café bien cargado (una cafetera de 6 tazas)


Una vez hechos los bizcochos, podemos empezar con nuestra receta.

Primero tendremos que hacer el café para que no nos quememos. Mientras, vamos preparando todos los ingredientes para tenerlos a mano. Y elegimos una copa o bandeja o molde hondo.
Cuando tengamos el café hecho, removemos con una cucharilla y vertemos una parte en un plato hondo para que se vaya enfriando.


Hacemos la crema: en un bol grande, mezclamos el queso con el licor y el azúcar, removemos bien con las varillas, y a continuación, añadimos la nata, y los huevos, volvemos a batir con las varillas y por último, agregamos la clara a punto de nieve, incorporándola con movimientos envolventes con una lengua.



Montamos el postre: situamos nuestro recipiente cerca del plato del café y comenzamos a remojar los bizcochos uno a uno en el café, hasta cubrir el fondo con éstos.
Hay que ser muy rápido en este paso ya que los bizcochos en cuanto se humedecen un poco se rompen, así que no hay que bañarlos ni dejarlos flotando como barquitos en el café, ya que serán inutilizables para nuestro postre.
(Uso guantes para hacer esto, ya que el café amarillea los dedos al cabo de un rato).



Una vez cubierto el fondo con los bizcochos, cubrimos con la crema, ayudándonos de un cazo; hay que ser generoso, aunque tampoco hay que pasarse.
A continuación, espolvoreamos el cacao (al gusto) tamizándolo sobre la crema y los bizcochos.



Repetimos estos pasos (bizcochos, crema y cacao) tantas veces como en nuestro recipiente nos sea posible, aunque de todas formas, no suelen hacerse más de dos o tres capas de bizcocho.
Se termina espolvoreando con más cacao.
Y se tapa con papel film.

Dejamos reposar al menos dos horas en el frigorífico (aspecto de las fotos) aunque es conveniente, si es que podéis resistiros (yo no pude…), que lo consumáis al día siguiente, ya que la crema se habrá compactado por completo y además de sabor es aún más bueno, si cabe.



Una advertencia: no apuréis la bandeja hasta arriba del todo, ya que si no el cacao se pegará al papel film, y en el momento de servir quedará muy feo.

Para servir espolvorear más cacao, ya que se habrá humedecido con la crema, durante la noche, y queda más oscuro.

No dudéis en hacer este postre, os aseguro que quedaréis sorprendidos y vuestras visitas agradecerán tan maravilloso bocado…
De momento todo han sido halagos y exquisiteces para tan extraordinario dulce.

viernes, 6 de mayo de 2011

Pasta fresca carbonara a mi manera

Como os dije en la entrada anterior a la del Bizcocho de chocolate sin azúcar, prosigo con la Gran Comida de pasta fresca que hice.




La verdad que como comenté, es muy divertido, aunque se necesite tiempo, está siempre bien invertido porque el resultado es como cualquier pasta fresca de calidad que podamos comprar en supermercados.
Y lo mejor es que, sólo tú sabes lo que lleva; no hay colorantes, ni conservantes, sólo huevo y harina, y la salsa que quieras hacer.



Los que me conocéis bien sabéis que la carbonara nunca me ha gustado, ya que eso de que lleve mucha nata, no me convence, pero una de las dos que os presento hoy, aunque una lleve una cucharada de nata, me gusta bastante.

Primera receta:

Ingredientes para hacer la pasta:
-2 huevos
-300 gr de harina

Ingredientes para la salsa:
-media cebolla
-bacon (al gusto)
-una cucharada de nata
-queso Parmesano (al gusto)
-un huevo
-pimienta
-sal
-aceite

Primero hacemos la masa de pasta, como ya hemos hecho en otras ocasiones.
Como veis en la foto para hacerlo más apetecible y gracioso, mezclé pasta “roja” (ya la expliqué en otra entrada previa) y pasta normal.
Elegimos qué forma queremos darle, en esta ocasión hice tipo spaghetti, y los cocemos y los reservamos.


Picamos bien la cebolla y la sofreímos en una sartén con un poco de aceite y pasados algunos minutos añadimos el bacon también picado en cuadraditos.



Agregamos la pasta bien escurrida y removemos, bajamos el fuego a la mitad. Y salpimientamos al gusto.

Mientras la pasta está en la sartén, mezclamos un huevo con el queso Parmesano, lo batimos todo junto y lo añadimos a la pasta.


A continuación añadimos nata y pimienta y volvemos a remover. Servimos.



Segunda receta:
Ingredientes para la salsa:
-media cebolla
-bacon (al gusto)
-pimienta
-un poco de queso Parmesano

Esta es muy sencilla y el doble de rápida.


Los pasos son los mismos que en la anterior, pero una vez dorada la cebolla con el bacon y añadida la pasta, salpimentamos y servimos qun un poco de Parmesano por encima (en la foto apenas se aprecia).

Un baccio!

domingo, 1 de mayo de 2011

Bizcocho de chocolate sin azúcar



El otro día Diana, me preguntó si conocía algún postre un poco menos dulce, más light, ya que está siguiendo una dieta y es difícil privarse de ciertas cosas, y sobretodo, de las buenas y dulces.

Estuve un rato pensando qué hacer para quitarle el azúcar a un buen postre.



De repente me acordé que hace poco había comprado fructosa, un sustituto del azúcar.
La fructosa es un derivado de la fruta, es mucho más sana que la sacarina, ya que ésta deriva del carbón y se obtiene mediante una síntesis con petróleo.
Está recomendada para personas diabéticas y que hacen dietas, aunque para los primeros a veces dicen no ser demasiado adecuada, ya que sube la glucemia.





La fructosa es un edulcorante que endulza mucho, así que por cada parte de azúcar blanco, habrá que reducir a la mitad la cantidad de fructosa.
De todas formas, no hay que abusar de los sustitutos del azúcar.

Este bizcocho es una adaptación del original que ya hice en otra receta anterior, del que también os dejo el enlace
Como dije en aquella receta, las medidas* están hechas con el envase del yogur.






Ingredientes:
-medio yogur natural (puede ser desnatado)
-media medida* de aceite de girasol
-un huevo
-media medida* de fructosa
-una medida* y media de harina, y una cucharada más para el molde
-1/4 de un sobre de levadura
-ralladura de medio limón
-una cucharada y media de cacao en polvo
-media cucharada de pepitas de chocolate
-media cucharadita de margarina



En un bol añadimos todos los ingredientes, pero de la forma siguiente, primero: el yogur, el huevo, la fructosa y el aceite de girasol. Y después, tamizamos la harina y la levadura, sobre los ingredientes anteriores.


En este momento precalentamos el horno, a 200º.




Mezclamos todos los ingredientes con una varilla.
A continuación rallamos la piel de medio limón y volvemos a mezclar.

Una vez bien incorporada la ralladura de limón, añadimos el cacao en polvo, tamizándolo también, y las pepitas de chocolate, y volvemos a remover.



Elegimos un molde y lo engrasamos bien con la margarina, con la ayuda de un papel absorbente, y después espolvoreamos con la harina que hemos reservado antes por todo el molde.



Seguidamente vertemos la mezcla dentro del molde, tapamos con papel de aluminio y lo metemos al horno, subiendo la temperatura a 240º, durante 45 minutos. 


Aproximadamente, a partir, de los 30 minutos, cuando haya subido lo suficiente, podemos abrir, pero rápidamente, para comprobar, con un palito de madera, como siempre, si el bizcocho está hecho. Os recuerdo que los bizcochos no deben abrirse hasta que no hayan subido lo suficiente ya que en cuanto abramos y el calor salga al exterior, no subirá más.


Pasado este tiempo de horneado lo sacamos.

Con la ayuda de un cuchillo, pasamos la punta por los bordes del bizcocho para despegarlo del molde. Lo dejamos enfriar, sin desmoldar, sobre una rejilla, durante 15 minutos.

Para decorar y ya que es un postre light, únicamente he espolvoreado con media cucharadita de azúcar glas para dar un toque de color.


Diana, este bizcocho lo he hecho especialmente sólo para ti; para cuando tengas un arrebato de chocolate, como ayer, y lo puedas hacer cuando quieras y que lo disfrutes tanto como lo hemos disfrutado nosotros.