Desde que compramos en casa trigo, lo uso a menudo. A veces para ensalada y otras para legumbres, en sustitución del arroz.
Siempre se ha recomendado comer legumbres junto con arroz para que se absorban mejor las proteínas de éstas.
Sé que para muchos es raro tomarlas con arroz; las típicas lentejas son con chorizo y más o menos caldosas, a veces con alguna rodajita de zanahoria y normalmente con una patata.
En casa nunca hemos comido lentejas sin arroz ni zanahoria; con patata, que yo recuerde, ninguna; y con chorizo, muy de vez en cuando.
Me encantan las legumbres, y como no, lo oriental y lo marroquí, y por eso he reinventado estas lentejas, con cúrcuma y Ras El Hanout. Son dos especias que no faltan en mi casa desde hace al menos 10 años, quizás más...
Normalmente cuando me hago lentejas, suelo tener fritada hecha, con pimientos tricolor, pero últimamente les han subido mucho el precio y sinceramente, sólo por tener pimiento amarillo no merece la pena (¡aunque me encanta!). Así que ésta vez he optado por ponerle sólo pimiento verde, zanahoria y cebolla, ¡y tomate frito claro!
Los ingredientes son para dos personas (en el plato está servida sólo la cantidad para una y poquito más), o una… Una con mucho apetito jejej
Ingredientes:
-un bote de lentejas cocidas de 295 gr (podéis usar lentejas sin cocer, alrededor de 200 gr)
-3 cucharadas colmadas de trigo sin cocer
-3 tazas de agua y un poco más
-sal
-2 cucharadas de aceite
-4 cucharadas de tomate triturado
-1 cucharada colmada de tomate concentrado
-media cebollita francesa
-un trozo de pimiento verde
-un trozo de zanahoria
-una pizca de Ras El Hanout (o en su defecto Garam Masala)
-una pizca de cúrcuma
Primero, y con tiempo, dejamos en una tacita el trigo con agua hasta arriba, ya que absorbe mucho y rápido. Dejamos que absorba entre 2 y 3 horas.
Pasado este tiempo escurrimos el trigo y en otro colador dejamos escurriendo las lentejas.
Ponemos una cazuela con dos tazas de agua y una pizca de sal, a hervir. Cuando rompa a hervir vertemos el trigo y dejamos cocer 5 minutos, y escurrimos.
En la misma cazuela haremos todo. Ponemos dos cucharadas de aceite con la cebolla muy picada y dejamos pochar un poco. Antes de que esté del todo pochada, bajamos el fuego al mínimo, añadimos el tomate triturado, con una pizca de sal y media taza de agua; removemos.
Al cabo de unos 5 minutos, añadimos la zanahoria (en sustitución del azúcar para regular la acidez del tomate), y el tomate concentrado; el pimiento verde un par de minutos después. Podéis añadirlos antes de este tiempo; en mi caso, me gusta que las verduritas estén algo duritas y que crujan, pero si lo preferís menos crujientes, añadirlo junto con la cebolla, para que tenga más tiempo de cocción.
En definitiva, el tomate tiene que estar al menos unos 10 minutos haciéndose.
Tras este tiempo vertemos la media tacita de agua restante, las lentejas y el trigo, y removemos. Añadimos la cúrcuma y el Ras El Hanout volviendo a remover. Dejamos al fuego durante 10 o 15 minutos.
Por último sólo queda sentarse a la mesa y disfrutar.
Si las queréis más caldosas, sólo tenéis que añadir más agua hasta encontrar el punto deseado; tras los 10 o 15 minutos habrá reducido un poco más.