Este pastel fue el cierre de la cena de nochevieja. Ya lo colgué en enero, os dejo el enlace aquí, pero hace poco hice otro y quería que también lo tuvierais.
Por el el resto, el pastel es igual, mismos ingredientes y misma cocción. En eso no cambia absolutamente nada.
En este caso elegí un molde redondo, tipo “donuts”.
El glaseado es muy fácil: en un cuenco ponemos una yema de huevo batida y una cucharada de azúcar glas. Batimos enérgicamente y con la ayuda de un pincel, pintamos toda la parte superior.
A continuación, espolvoreamos con almendras laminadas (pueden ser crudas, como en este caso, o podéis meterlas en el horno mientras se hace el pastel para que se doren, queda igualmente bueno).
Dejamos reposar para que el glaseado se seque bien durante una hora aproximadamente.
Sabremos que está listo cuando haya cambiado de color, a más blanco (foto de la izquierda).
3 comentarios:
Fantástico pastel de almendra, desde luego super recomendable para celebraciones especiales como la de Nochevieja. Ese día me encanta elaborar todo a mano, porque no se que tiene lo casero pero es lo mejor de lo mejor. Por cierto has dicho heladeras en Lidl? Tengo unas ganas impresionantes de hacerme con una... voy a mirar en la página web para ver si las hay en el que tengo cerca de casa. Besotes
Que bueno!!!! las almendras en los pasteles son una delícia!!! lo de la heladera lo miro mañana ya que aquí en Barcelona es fiesta....si la encuentro!!Bss
¡Esto tengo que probarlo!.
Yo y mi manía anti postres.... Y es que no suelo llegar nunca a comer postre, por eso hago tan pocos.
El próximo pastel será este.
Pochoncicos.
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