Cuando quieres hacer una cosa y de repente a mitad de camino piensas que es mejor no seguir y empiezas a mezclar ingredientes y sale esta maravilla… Te quedas con la boca abierta.
Así pasó con estas galletas.
Estaba haciendo Buttercream para cupcakes y de repente se me empezaron a ocurrir otras cosas… Así que dejé a un lado la idea del Buttercream y añadí ingredientes un poco a ojo, y siendo la primera vez que hago unas galletas a ojo… Puedo deciros que el resultado es realmente gratificante y el sabor totalmente diferente a cualquier galleta que podáis encontrar.
Ingredientes:
-60 gr de mantequilla en pomada
-4 puñados de copos de avena (aproximadamente)
-40 gr de azúcar moreno
-una cucharadita de esencia de vainilla
-un puñado de avellanas
-25 gr de azúcar glas
-1 huevo
-70 gr de harina
-1 cucharada de agua
-una pizca de sal
-media cucharadita de bicarbonato
Aunque si debo decir, que me inspiré en una receta de galletas de avena, del libro que me regalaron para Navidad, únicamente añadí el agua, el bicarbonato.
Precalentamos el horno a 180º.
Como la receta empezó haciendo Buttercream, el comienzo será hacerlo: mezclar con una lengua de repostería la mantequilla con el ázucar glas y la vainilla y después agregar el azúcar moreno, volviendo a remover.
A continuación añadimos el huevo y el agua y volvemos a mezclar.
En otro cuenco añadimos la avena, la sal, la harina y el bicarbonato y mezclamos con las manos. Agregamos esta mezcla a la pasta anterior.
Por último, añadimos las avellanas en trocitos, como hace Jamie, las aplasté contra la mesa con un cuenco. No deben quedar perfectas.
Por último, añadimos las avellanas en trocitos, como hace Jamie, las aplasté contra la mesa con un cuenco. No deben quedar perfectas.
En una bandeja de horno con papel para éste o una lámina de silicona, vamos poniendo pequeñas bolas de masa, bien separadas; yo las hice con una cuchara de postre. Da igual que no estén perfectas, luego, en el horno se “aplastarán”. Salen como unas dos bandejas y pico de galletas; pero como están tan buenas, desaparecen en dos días.
Horneamos durante 10 o 15 minutos. La gracia es que ninguna tiene la misma forma. Después las dejamos enfriar en una rejilla.
Están deliciosas solas, acompañadas de un té o de un vaso de leche.
1 comentario:
ohhhh que delcia de galletas. besos
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